Buenos días, queridos Pandas:
A Ella y a mí nos complace presentaros hoy una foto de nuestra casa del árbol de pan de especias .
¿Queréis saber por qué Max tiene esa cara de susto en la foto?
Bah, seguro que a los Pandas eso no les interesa… además, tampoco es importante ni nada .
Venga, Max, no te pongas colorado. Yo creo que es una historia genial para nuestro blog .
Bueno, como bien recordaréis, Max y yo habíamos empezado a construir nuestra casita de pan de jengibre. Menos mal que nos aconsejasteis con qué pegar todas las piezas. Con pegamento NO (porque al principio yo pensaba utilizar pegamento ). Hay que pegarlo todo con un glaseado de azúcar en polvo, clara de huevo y zumo de limón. Esa mezcla quedó bastante espesa, sólida y además…
…¡además estaba riquísima!
Precisamente ese era el problema. Mientras yo decidía cual era la forma más estable de construir la casa, Max iba comiéndose el glaseado disimuladamente. Al final, ¡el plato estaba medio vacío! Así que tuvimos que construir la casa del árbol con la mitad del glaseado que tendríamos que haber utilizado.
Pero eso no tiene nada que ver. Como bien se puede apreciar en la foto, la casa estaba ahí firme como una roca.
Sí, ¡pero un minuto, nada más! Justo después de la foto, en un abrir y cerrar de ojos, la casa de pan de especias se derrumbó . Max tenía esa cara de susto porque él ya sabía lo que iba a pasar…
¿Lo veis? Ya os había dicho que no era importante…
Ojito al parche,
Max y Ella.
A Ella y a mí nos complace presentaros hoy una foto de nuestra casa del árbol de pan de especias .
¿Queréis saber por qué Max tiene esa cara de susto en la foto?
Bah, seguro que a los Pandas eso no les interesa… además, tampoco es importante ni nada .
Venga, Max, no te pongas colorado. Yo creo que es una historia genial para nuestro blog .
Bueno, como bien recordaréis, Max y yo habíamos empezado a construir nuestra casita de pan de jengibre. Menos mal que nos aconsejasteis con qué pegar todas las piezas. Con pegamento NO (porque al principio yo pensaba utilizar pegamento ). Hay que pegarlo todo con un glaseado de azúcar en polvo, clara de huevo y zumo de limón. Esa mezcla quedó bastante espesa, sólida y además…
…¡además estaba riquísima!
Precisamente ese era el problema. Mientras yo decidía cual era la forma más estable de construir la casa, Max iba comiéndose el glaseado disimuladamente. Al final, ¡el plato estaba medio vacío! Así que tuvimos que construir la casa del árbol con la mitad del glaseado que tendríamos que haber utilizado.
Pero eso no tiene nada que ver. Como bien se puede apreciar en la foto, la casa estaba ahí firme como una roca.
Sí, ¡pero un minuto, nada más! Justo después de la foto, en un abrir y cerrar de ojos, la casa de pan de especias se derrumbó . Max tenía esa cara de susto porque él ya sabía lo que iba a pasar…
¿Lo veis? Ya os había dicho que no era importante…
Ojito al parche,
Max y Ella.
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