Yuhu, Pandas:
¿Queréis saber cómo sigue la historia de la nave espacial?
Bueno, pues me quedé mirando a ese ojo metálico gigante. De repente una voz me dijo en un tono molesto: “¿Qué buscas aquí, terrícola? ¿Qué estás mirando?” Yo me estremecí por completo. ¿Qué había sido eso? Como si alguien me hubiese leído el pensamiento, una voz muy amable me susurró: “No te asustes, Max. No es más que Iris, el ordenador de a bordo.” ¿Iris? ¿Ordenador de a bordo? ¿Por qué sabía mi nombre esa voz? Y además, ¿quién estaba hablando? Me empecé a preguntar un montón ce cosas. “Estoy aquí, en la silla.” Me volvió a susurrar la voz desde un rincón.
Delante de una pantalla gigante, había una silla rosa. Allí estaba sentado el extraterrestre que vimos en la foto. Me debí de quedar bastante sorprendido, porque el alien comenzó a reírse a carcajadas. “Soy Napasapa. ¿es que no me reconoces?”.
Entonces es verdad, es Napasapa, aquel bebé extraterrestre . ¡Cómo me alegro de volver a verlo!
Bueno, lo de “el bebé” no es demasiado acertado. Napasapa se ha convertido en un adolescente… En un adolescente bastante desordenado. Después de que Napasapa me jurase que Iris era un encanto, estuvimos ordenando toda la nave espacial. ¡Fue muy divertido! Recogimos todo con una red para cazar mariposas .
Despues de haber recogido todo, la nave espacial nos quedó así de bien:
¿A que mola? Estuvimos jugando un rato a recoger cosas que flotaban, y después yo ya me tuve que ir. Mis padres me estaban esperando con mi tarta de cumpleaños . Le di un abrazo a Napasapa y me volví a la cabina de teletransporte. “Hasta el miércoles”, le dije mientras empezaba a notar otra vez ese hormigueo por todo mi cuerpo ¡FIUUUUUU! Me esfumé. Pero para mi sorpresa, esta vez no aterricé en el Volcán, sino en medio de la pista de carreras . Yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero en esos momentos ya nada me sorprendía.
Me apetece un montón hablar con Napasapa. ¡Ah! ¡Por cierto! Esta semana en la Máquina de las Sorpresas hay un mini Napasapa de peluche.
Que os vaya bonito,
Ella y Max.
¿Queréis saber cómo sigue la historia de la nave espacial?
Bueno, pues me quedé mirando a ese ojo metálico gigante. De repente una voz me dijo en un tono molesto: “¿Qué buscas aquí, terrícola? ¿Qué estás mirando?” Yo me estremecí por completo. ¿Qué había sido eso? Como si alguien me hubiese leído el pensamiento, una voz muy amable me susurró: “No te asustes, Max. No es más que Iris, el ordenador de a bordo.” ¿Iris? ¿Ordenador de a bordo? ¿Por qué sabía mi nombre esa voz? Y además, ¿quién estaba hablando? Me empecé a preguntar un montón ce cosas. “Estoy aquí, en la silla.” Me volvió a susurrar la voz desde un rincón.
Delante de una pantalla gigante, había una silla rosa. Allí estaba sentado el extraterrestre que vimos en la foto. Me debí de quedar bastante sorprendido, porque el alien comenzó a reírse a carcajadas. “Soy Napasapa. ¿es que no me reconoces?”.
Entonces es verdad, es Napasapa, aquel bebé extraterrestre . ¡Cómo me alegro de volver a verlo!
Bueno, lo de “el bebé” no es demasiado acertado. Napasapa se ha convertido en un adolescente… En un adolescente bastante desordenado. Después de que Napasapa me jurase que Iris era un encanto, estuvimos ordenando toda la nave espacial. ¡Fue muy divertido! Recogimos todo con una red para cazar mariposas .
Despues de haber recogido todo, la nave espacial nos quedó así de bien:
¿A que mola? Estuvimos jugando un rato a recoger cosas que flotaban, y después yo ya me tuve que ir. Mis padres me estaban esperando con mi tarta de cumpleaños . Le di un abrazo a Napasapa y me volví a la cabina de teletransporte. “Hasta el miércoles”, le dije mientras empezaba a notar otra vez ese hormigueo por todo mi cuerpo ¡FIUUUUUU! Me esfumé. Pero para mi sorpresa, esta vez no aterricé en el Volcán, sino en medio de la pista de carreras . Yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero en esos momentos ya nada me sorprendía.
Me apetece un montón hablar con Napasapa. ¡Ah! ¡Por cierto! Esta semana en la Máquina de las Sorpresas hay un mini Napasapa de peluche.
Que os vaya bonito,
Ella y Max.
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