Buenos días, Pandas:
Hoy hos vamos a contar cómo sigue la historia del fantasma lechero. Ayer os contamos que antes tenía un puestecito de leche, gracias al cual pudo acumular bastante dinero aquí en Panfu. Hasta que un día…
Gracias al hechizo de Kamaria, ahora estará dormidito un tiempo. Esperemos que este sueño tan profundo le haga entrar en razón. Además, Kamaria nos ha regalado un disfraz muy chulo: ¡Un disfraz de fantasma lechero (inofensivo!) .
Que os vaya bonito,
Max y Ella
Hoy hos vamos a contar cómo sigue la historia del fantasma lechero. Ayer os contamos que antes tenía un puestecito de leche, gracias al cual pudo acumular bastante dinero aquí en Panfu. Hasta que un día…
Una mañana no me llegó el suministro de leche. ¡Muuuu! El proveedor me dijo que las vacas de su granja habían contraído una enfermedad terrible. ¡Aquel fue el final de mi puesto de leche! Sin leche, no podía hacer batidos, ni leche de vainilla, ni helado de chocolate… Y tampoco tenía dinero para todas esas cosas tan caras que me quería comprar . Estaba tan desesperado, que decidí hacer algo terrible. La vaca del Establo de ponis acababa de dar a luz, así que tenía las ubres llenas de leche, ¿sabéis? Una mañana me colé en el Establo de ponis y me puse a ordeñar la vaca cuando no había nadie por ahí… ¡O eso me pensaba yo! Pero de repente apareció Kamaria. Se enfadó muchísimo porque le estaba quitando la leche a la madre que era el alimento de los terneritos, y todo para sacar adelante mi puesto de leche. Así que sin pensárselo dos veces, ¡me convirtió en vaca! ¡No os podéis imaginar lo humillante que fue aquello para mí!Después de oír esta historia, el fantasma lechero nos dio un poco de pena. Pero aun así, si les robas la comida a los terneritos para ganar dinero, tienes que sufrir algún castigo. De todas formas, ¡no es justo que nos meta el miedo en el cuerpo a Kamaria y a todos los Pandas!
Cuando fallecí, mi piel se quedó en el Vestíbulo del Castillo, hicieron una bonita alfombra. Desde entonces mi alma deambula por aquí, así llegué a ser el fantasma lechero. Estos últimos días solo pretendía asustar a Kamaria, por eso hacía esos ruidos tan espantosos. ¡No me pude imaginar que todo Panfu los oiría! Pero entonces ya era demasiado tarde.
Gracias al hechizo de Kamaria, ahora estará dormidito un tiempo. Esperemos que este sueño tan profundo le haga entrar en razón. Además, Kamaria nos ha regalado un disfraz muy chulo: ¡Un disfraz de fantasma lechero (inofensivo!) .
Que os vaya bonito,
Max y Ella
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