¡Yuhu, Pandas!:
Hoy os escribimos un rápidamente, porque Max y yo ya estamos calentando para la categoría de hoy: tobogán acuático . Pero primero, os vamos a contar cómo terminó la historia de la piscina.
Bueno, pues resulta que yo estaba ya súper nerviosa y alcé la vista para ver quién había al final de la cola, ¿y qué es lo que vieron mis ojos? ¡Nada más y nada menos que a Max! Él estaba ahí en la tabla tan tranquilo, moviendo los brazos y las piernas como si no hubiese nadie más en la piscina.
Como ya dije, tenía que calentar antes de saltar…
¡Venga ya, Max! ¡Que yo misma te vi! Tenías miedo de saltar desde tan alto.
Para nada . Bueno, a lo mejor un poquito… Esto fue lo que pasó: Seguí a Ella hasta el trampolín, y ¡ZAS!, de repente ella estaba ya en la piscina. “¡Bah, esto es pan comido!”, me dije yo cuando llegué al final del trampolín. Entonces empecé a contar hasta tres. ¡UNO! Y ya estaba al final del trampolín. ¡DOS! Me faltaba el aire. Entonces miré hacia abajo y vi que la piscina estaba justo ahí. De repente todo se puso negro. Me agarré a la barandilla con todas mis fuerzas. Al momento todo mejoró. Solo necesitaba tomarme un respiro. Como dice Pan Lee, “La tranquilidad te devuelve la fuerza”. Así que estiré las piernas y los brazos, auné todo mi valor y cerré los ojos para… saltar. ¡CHAS! Todo fue tan rápido que no me dio tiempo ni a gritar. ¡Qué a gusto me quedé! :mgreen:.
… ¡Y así fue como se deshizo el atasco! Por fin podíamos saltar todos. Al final le gané a Max por un par de segundos.
Pero luego yo fui más rápido en el juego de “Funniest Jumper”, así que ahora estamos empate 1-1. A ver quién es más rápido en el tobogán hoy.
¡Mucha suerte, Pandas!
Max y Ella.
Hoy os escribimos un rápidamente, porque Max y yo ya estamos calentando para la categoría de hoy: tobogán acuático . Pero primero, os vamos a contar cómo terminó la historia de la piscina.
Bueno, pues resulta que yo estaba ya súper nerviosa y alcé la vista para ver quién había al final de la cola, ¿y qué es lo que vieron mis ojos? ¡Nada más y nada menos que a Max! Él estaba ahí en la tabla tan tranquilo, moviendo los brazos y las piernas como si no hubiese nadie más en la piscina.
Como ya dije, tenía que calentar antes de saltar…
¡Venga ya, Max! ¡Que yo misma te vi! Tenías miedo de saltar desde tan alto.
Para nada . Bueno, a lo mejor un poquito… Esto fue lo que pasó: Seguí a Ella hasta el trampolín, y ¡ZAS!, de repente ella estaba ya en la piscina. “¡Bah, esto es pan comido!”, me dije yo cuando llegué al final del trampolín. Entonces empecé a contar hasta tres. ¡UNO! Y ya estaba al final del trampolín. ¡DOS! Me faltaba el aire. Entonces miré hacia abajo y vi que la piscina estaba justo ahí. De repente todo se puso negro. Me agarré a la barandilla con todas mis fuerzas. Al momento todo mejoró. Solo necesitaba tomarme un respiro. Como dice Pan Lee, “La tranquilidad te devuelve la fuerza”. Así que estiré las piernas y los brazos, auné todo mi valor y cerré los ojos para… saltar. ¡CHAS! Todo fue tan rápido que no me dio tiempo ni a gritar. ¡Qué a gusto me quedé! :mgreen:.
… ¡Y así fue como se deshizo el atasco! Por fin podíamos saltar todos. Al final le gané a Max por un par de segundos.
Pero luego yo fui más rápido en el juego de “Funniest Jumper”, así que ahora estamos empate 1-1. A ver quién es más rápido en el tobogán hoy.
¡Mucha suerte, Pandas!
Max y Ella.
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